Sí, nosotros. Gerard, Antonio y Jorge. Regresamos. Regresa El Recibidor. Porque seguimos aquí. Bueno, “aquí aquí” no pero de eso precisamente os queremos hablar. Dónde estamos y de dónde venimos. No vamos a ponernos filosóficos, tranquilidad en la sala. Vamos a “simplemente” explicaros qué ha pasado en este tiempo. Que hemos estado tramando.
La verdad es que estamos felices. Mucho. Felices de retomar el blog, felices de contaros qué ha sucedido en estos últimos meses y felices solo de imaginar lo que vendrá. No, tampoco estamos en plan “la vida es maravillosa” (que lo es) pero estamos en este mood. Os contamos lo que es. Tal cual. Y sí, felices y agradecidos. Ya lo hemos dicho, otra vez.
Los que nos seguís desde nuestros inicios, sabéis que la aventura de El Recibidor se remonta a algunos años atrás, concretamente a junio de 2012. ¡Cuánto ha llovido desde entonces…! Pero desde ese 2012 hasta el día de hoy han pasado muchas cosas y algunas grandes e importantes en los últimos meses. Parece que aquel pisito pequeño lleno de energía y buenas vibraciones, de ganas y de entusiasmo, donde rompíamos con lo clásico (¿os acordáis del torneo de pinball que hicimos? ¿O de nuestros vermuts de fin de semana?) se había quedado pequeño y hace algún tiempo, decidimos dar un salto. Un salto de algunos kilómetros hasta situarnos donde estamos a día de hoy: Calàbria 85. Nos hemos mudado, ¡correcto! En noviembre de 2017, tras meses de obras, reformas y mucho arte (algo que debemos agradecer al interiorista Juanjo Barrantes de Casa Murray y al arquitécto técnico Urko Zapirain de Casa estudio) abrimos nuestras nuevas puertas, en un fantástico local de 500 metros cuadrados en los que no solo nos cabe mucho más mobiliario sino que ahora, cada objeto respira y tiene su propio espacio, creando ambientes, historias y permitiéndoles lucir individualmente. Un espacio que dará de sí y que queremos vivir con vosotros. El Recibidor sigue y lo hace con el producto mejor expuesto, jugando con el espacio y escenificando. Jugamos con todo para traer objetos cargados de nostalgia. Aquello diferencial, distinto. Una cuidadosa selección para quienes dais ese valor e importancia a la estética, al diseño, a la decoración y al estilo. Queremos que se viva el romanticismo a través de cada pieza y que encontréis vuestra joya única.
Os abrimos las puertas de El Recibidor con aquella misma energía que comenzamos para que os sintáis en casa y que hagáis de la vuestra, ese hogar estético que deseáis. Nosotros experimentamos a diario en este lugar sin límites y os invitamos a que vengáis a por aquello que os permita experimentar en vuestras casas.
Seis años después seguimos siendo nosotros así que… Bienvenidos. Pasen y vean. Y por favor sentíos en casa. Porque de eso va El Recibidor. De sentirse en casa.
Mientras lo escribimos suena “Fatti mandare dalla mamma a prendere il latte” de Gianni Morandi.
El Recibidor